
Destilar demonios, ocultarse, mostrarse y volver a escapar ( pareciese fácil de recordar cuando todo, absolutamente todo te sale mal). Terminar viéndose a sí misma bailando bajo la lluvia de día domingo (cuánto temor de salir y que chispeen gotas en mis ojos y me prohiban acercarme a tus manos). Preguntar por el camino a seguir, hacer lo contrario, liberarse de ese mal, buscar un nuevo demonio. Una noche cualquiera, en cualquier lugar (sexo, personas, traslúcidos cabellos que acariciar)
Emanar de torrentes de sangre, transformar el pasado en miel y así olvidarse de todo .
Quemar(se), observar cenizas de lo que una vez fue por doquier.
Cuerpo que gana al deseo – obstáculo frente a tus ojos cerrados
Ansiedad