Me dieron a entender, más de una vez, que la retórica que uso de a ratos era como un espiral y no se entendía. Bueno, yo sé que quiero que entiendan, y claramente, en ese momento no quería ni vivir. Luego de un tiempo, revoltoso y ruidoso ( adoro la palabra ruidoso cuando de mí se trata), le di forma a mis pensamientos. Y los reconocí, uno por uno, saqué los malos y dejé los que por lo menos, tenian leves indicios de incoherencia. Soy una chica super rebuscada, y así me gano la vida, aprendiendo a ser un tumulto de irresponsabilidad a la hora de ser yo misma. Nunca me gané nada con lo que pienso, fue mucho lo que perdí, pero nada fue erróneo, lamente mucho que a la gente no le guste la verdad. Decidí que lo único que iba a exponer a mi superficie cutánea, iba a ser lo que todo quisieran escuchar, y nada más. Pero los problemas persisten, como la plaga de cucarachas, como las arañas pollito, como un beso compartido en una sola noche o un speed con vodka vencido, persisten. Tuve muchos problemas, y nadie nunca me dicto la solución. Si, no me veo como una persona modelo. Y vos? lo hacés, o lo sos?. Respondeme después, cuando ya tu cabeza se haya consumido en mis palabras púgiles. La actitud rechaza la vida modelo. La vida modelo es un esperma mal constituído, del cual no se hace una persona. Pero los errores de actitud me son inbancables. Hablar de mí es suficiente como para dar explicaciones a la hora de estar harto de la vida. Es mi arteria aorta, imprescindible. Mi personalidad, mi fruto de positivismo. Miércole, vale la pena no querer seguirla.
