
Alcanzaste a saber cual es verdaderamente mi realidad?. Pasamos horas hablando, y creo que aùn no descubriste mi problema. Reìmos, y apenas una de tus làgrimas tocò mi hombro. Te veìas tan tenso que lo ùnico que pensè hacer fue mirarte. Estudiè tus expresiones, analizè tus palabras, busquè interpretaciones a tus gestos, pero parecìas no darte cuenta de mi preocupaciòn. Me dijiste que las cosaas no iban bien, que extrañabas que yo fuera la que decida en tu vida. Me reprochaste mis temores, me abriste los ojos acerca de ciertas personas; pero fue tan ìnfimo tu detalle, que apenas notaste que estaba apurada, que ya habìan pasado màs de dos horas, y que tenìamos que regresar a nuestras ocupaciones. No viste que necesitaba que sepas, te fuiste, simplemente sin tener conciencia de que si habìa una sola posibilidad de que yo conociese el amor, era por tu culpa.













