Es como la escena de esa película que tanto me gusta. El llega al estudio y ni saluda, se encierra directamente en su camarín. Ella entra 15 minutos después. El director los llama y empiezan a grabar. El la mira y luego baja la mirada hacia las dos valijas perfectamente apoyadas sobre la alformbra carmín. ALTO! El director para el rodaje. Le explica a ese desconocido que no hay nada de pasión, amor o dolor en su mirada, pero para él es un momento más. Ella sufre; se constipa, tiene miedo al fracaso evidente. Sabe que él lo va a arruinar todo. El cameraman sigue. Ella da un paso en falso y el la toma por la cintura, dándole un dulce beso en la mejilla y pidiéndole en agonía bastante fingida que no se vaya. El director vuelve a parar. Nota la falsedad de sus palabras y la sutileza de ella al caer suavemente en sus redes. BASTA! Vayan a lo real, a lo concreto, olvídense del guión si eso les ayuda. Cuando las luces vuelven a iluminarlos ella lo mira y le da tremenda cachetada: no pienso esperarte más, afirma. El ni la mira, se ríe, deja la cámara vacía, se va. El director vuelve a convocar a otros actores. No puede trabajar con una pareja en conflictoVolvemos a la realidad y a las cuatro paredes que nos ocupan. te parece conocido todo esto? Ahorrate tu respuesta.













