Espero que dos personas puedan crecer juntas, una al lado de la otra, y darse felicidad. Sin que una tenga que ser aplastada para asegurar la fortaleza de la otra. Quizás el madurar sea dejar que los otros sean, que sean ellos mismos. Para permitirme a mí misma ser lo que yo soy. Quiero volver atrás en el tiempo y encontrar todo lo que dejé, esperándome. Ese tiempo había mirado dentro de otra persona y estaba llena de ternura por lo que había encontrado. Ya no creo en un estado permanente de felicidad. Yo creo que es bueno reconocer el sentido del momento y saber aceptarlo como un regalo. Pero ésto fue lo peor que pudo haberme pasado. Una separación en que yo soy la que llora, mientras su mente continúa avanzando por un sendero por el que nunca la podré seguir. ¿Cómo explicar la enorme sensación de seguridad que me daba el saber que ahora ella estaba conmigo en el mundo? Muy pronto su cama estaría junto a la mía. Nos quedaríamos dormidas tomadas de la mano. Oiríamos música juntas y escaparíamos un jueves de sol. Hablaríamos de todo lo que nos interesa en la vida, y encontraríamos las soluciones a todos los problemas por medio de largas conversaciones y confidencias compartidas.

Si supiera que sigue siendo lo que más me importa en el mundo. Si tan sólo me dejara mirarla para hacérselo notar. La amo, la amo esplendorosa y vivaz. La amo desde lejos, la amo hasta cuando odia todo de mí.